De un mexicano en Japón. Parte IV

Kamamura


Kamamura se encuentra al sur de Tokyo y es cuna de importantes templos y del segundo Buda más grande de Japón, la mayoría de los puntos de interés se encuentran cerca entre sí. El buda gigante de más de 13 metros de altura y 93 toneladas es icónico, después de que por siglos se derrumbaban los templos donde lo colocaban por tormentas, lo dejaron al aire libre y el recinto está rodeado de como realizaron todos los preparativos para que nada lo pudiera dañar, ni esos temibles terremotos que aquejan a Japón, cerca del buda, hay un par de templos con cosas impresionantes, como el que está dentro del Hase-Dera, un Buda que según la leyenda fue grabado paralelo a otro de un mismo pedazo de madera (El otro se quedó en Nara), uno de ellos fue lanzado al mar para que encontrara su lugar espiritual y salvaría a la gente local (¿de los cataclismos?), y emergió tiempo después en Kamamura, donde le dieron su lugar, mide dos metros y es espectacular observar el detalle de las estatuas en esos recintos, el templo es bastante grande y lleno de pequeñas estatuas para adorar, en teoría no esta permitido tomar fotos de los Budas que están dentro de los altares, por lo que no tengo manera de mostrarlos, pero es un lugar que no se puede dejar pasar, aún lado de los budas más emblemáticos había un museo con arte del budismo Kannon, también bastante interesante. El otro gran punto de interés en Kamamura es el Tempo shintoísta Tsurugaoka Hachiman-gu, donde siempre parece haber algún festejo religioso, como se verá, Kamamura es pequeño, lleno de comercios y jardines, pero aún así uno se siente aunque sea un poco inflamado por la peculiaridad de sus templos y lo espectacular de sus estátuas y templos.



El segundo Buda más grande de Japón.
Por módicos 20 yen uno puede entrar y observar cómo se construyó, la técnica se explica adentro.
Me lo dieron al entrar al museo, es la magnífica estatua que se abrió camino por el mar hasta Kamamura.
Hay un sistema de cuevas con altares y cada uno de esos puntos blancos, son estatuitas que se ofrendan, regadas por toda la cueva.
Avatares, resurrecciones divinas, me recordó a Aang. Eran 32.
La boda trans cultural en el Templo más icónico de Kamamura.
La boda uni-cultural, a unos pasos.
¿Por qué los santos católicos no son representados tan amenamente?
El gran buda influye hasta el amor de los gatos en los souvenirs,
Pinshi Miguel Hidalgo, con razón te tardaste tantos años en empezar la independencia, conquistador de féminas asiáticas.


Yokohama

El shinkansen me dejó en Shin-Yokohama, que estaba a media hora de la zona donde estaba mi hostal, por el barrio chino, que curiosamente es el lugar más icónico de ésta, la segunda ciudad más poblada de Japón, dediqué un día entero a caminar las zonas más emblemáticas de la ciudad, que es importante como puerto, por lo que la navegación y un museo-barco son los íconos de la ciudad, había un par de museos, cuya temática, en lo personal, no me pareció de particular importancia, como el del ramen, aunque como lugar para fiesta creo que no está tan mal, junto a la ribera parecía haber bastante vida, tal vez es un lugar que vale la pena visitar de paso o regreso de Kamamura, yo lo escogí para pasar una noche, porque al siguiente día emprendería mi viaje hacia el oeste, hacia la mística y anterior capital: Kyoto.

Esa rueda también es icónica, a lo lejos se ve una solitaria turbina eólica.
Este era un museo náutico con forma de barco, estaba bonito y era el lugar ideal para echar novio, según los locales.
Luego de matarme caminando al fin llegué al barrio chino, donde esperaba comer 2 kilos a cambio de un par de yenes, no fue así, al ser lo más icónico los restaurantes ofrecen paquetes de comida china o fusión , por precios un poco mayores a mis típicos restaurantes de ramen, pero las raciones me llenaron bien.


Este es el principal altar En el barrio chino, el equivalente más cercano que me imagino al barroco haha, estaba adornado con dragones y  relieves hiper detallados, al menos lo pude ver por fuera :S.

Nagoya

Desde mi encuentro con el castillo de Odawara, decidí que ya que las flores de cerezo aún estaban en recesión, optaría por visitar castillos, hay poco menos de 30 castillos en pie en Japón a la fecha, sólo 12 de ellos no tuvieron que ser reconstruidos después de los bombardeos de la segunda guerra mundial. En mi camino al oeste, decidí pasar a Nagoya y visitar su castillo, como no encontré donde dejar mi mochila gigante me aventé el recorrido desde la estación del Shinkansen caminando, pues ya que sólo iba de pasada, es así como mejor se conoce un lugar; no fue la mejor opción, la mochilota me dejó toda dolida la piel de mis love handles y los hombros medio guangos :(, pero como digno representante de mi nación, amachiné y continué.

El castillo esta rodeado de murallas, parques y jardines, la vista de estas estructuras a lo lejos, no dejaba de impresionarme.
Ya más de cerca, tal vez no sea el más grande, pero ciertamente ofrece vistas muy coquetas.
Estas representaciones de deidades acuáticas, normalmente recubiertas de oro, siempre estaban en la trabe superior de los castillos, como amuletos para protegerlos de los incendios y la devastación (por desgracia muchos de ellos no les titaron el paro necesario a sus castillos durante los bombardeos :/).
Por dentro la mayoría de los castillos se han convertido en museos de la vida y usanza de épocas anteriores, lo más impresionante eran las puertas en una de las salas adyacentes al castillo, esta representaba a una familia de tigres en varios momentos.
El arte mediante puertas, no fue considerado arte para la cultura occidente por mucho tiempo, pero es irrefutable la belleza y perfección de éste tipo de técnicas.

Ante la insistencia de un amigo, éste fue el día en que probé los takoyakis, que eran bolitas de harina con verduras, con pulpo en el centro, me disgustan mucho los mariscos de textura chiclosa, pero en takoyaki, el pulpo no hizo más que gustarme, desde este día, cuando los encontraba, los takoyakis eran mi opción económica, rápida y barata para comer.
A la salida de la estación de Nagoya, No solo en castillos sobresalen los japoneses, han hecho de sus paisajes modernos, algo digno de disfrutar.
El post anterior se puede ver por acá y el siguiente aquí

Daniel Castillo

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No importa que el post sea viejo, igual lo leeré: Que se manifieste lo que se quiera decir n_n

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