De un mexicano en Japón. Parte III

Kawaguchiko

Nikko me dejó con muy buen sabor de boca, y mi cumpleaños se acercaba, como amante de la naturaleza, me imaginaba pasarlo rodeado de árboles o montañas, por suerte, pude combinar ambas. Alrededor del monte Fuji hay 5 lagos, visité dos de ellos, que constituyen algunos de los mejores puntos escénicos para observarlo, pero no son los únicos como las estampas de Hokusai nos dejan muy claro. Kawaguchiko es el punto de observación más accesible y cercano al volcán, que solo se puede escalar durante un mes, a mediados del verano, Se puede llegar usando el JR pass, sólo que el viaje toma unas 2 horas, es como si existiera un metro que fuera del D.F. a las pirámides de Teotihuacán, con decenas de estaciones de por medio, igualmente porque conforme más se acerca al volcán, hay que recorrer completita una línea de metro privada, que se tiene que pagar aparte y recorre una zona bastante suburbana. Kawaguchiko es bastante grande, es boscosa, donde las distancias entre los miradores y puntos de interés se pueden recorrer en bus, hay un pase de dos días, que tiene horarios y paradas precisos, de las 3 rutas de camiones que hay. Incluso dentro de los camiones los paisajes roban el aliento, existe también la posibilidad de rentar bicicletas y recorrer los asentamientos que rodean el lago, que además cuentan con muchos miradores bastante específicos, pero sería complicado usarla para adentrarse en la zona de las cuevas y la aldea donde viven japoneses, fieles al estilo de vivienda tradicional (ya no me dio tiempo de ir).

Con el Monte Fuji a mis pies. La parada 21 y 19 tenían la mejor vista, llegué ya tarde, por lo que la luz era un poco mala :(. 
Lo más interesante para visitar en el lado boscoso de la zona, son unas ancestrales cuevas donde los japoneses guardaban hielo, para mantener sus cosechas y consumibles.
No se como cupe por ahí, las cuevas de hielo son resbaladizas y compactas.
Hay una cueva con murciélagos, todo eso es erosión de sus desechos haha, al estar accesible sólo de día, la probabilidad de ver un murciélago no es muy buena.
Los bosques aún tenían un poco de nieve, super agusto para pasar el cálido día.
Algo que se debe aprender pronto es que allá todo tiene una versión tierna (Kawaii), ¡Fuji-san, que bonito te ves!
Tal vez mis fotos del atardecer no le hacen justicia al lugar, pero estar ahí me pareció mágico, uno de mis mejores cumpleaños, aunque terminé con un nudillo cortado por atrabancado.

Hakone

El segundo punto de observación más popular para ver el Monte Fuji es Hakone, es un lugar un poco más accesible, pero el hospedaje es más complicado, porque es un lugar que rebosa de aguas termales y spas, que los japoneses usan mucho para vacacionar, sobre todo por su cercanía con Tokyo, Yokohama y otras grandes urbes de la región. Primero hay que llegar a Odawara con el JR pass, ahí se puede comprar, otra vez por 1 ó 2 días el Hakone Free Pass, conviene porque permite usar la red de metro privada que atraviesa esa basta zona, e incluye acceso a los camiones que rodean todo el lago, que tiene 3 principales miradores y embarcaderos para ver el monte Fuji desde un barco, si se desea, también hay templos, y uno en particular es espectacular, ya que tiene puertas Tori que comienzan desde el lago, tales puertas separan el mundo material del espiritual, como es debido al entrar a lugares religiosos, en éste caso de Shinto; tal templo está dedicado al monje que domó a los 12 dragones del valle O_o.

Al salir de la estación de Odawara, vi los pisos emergiendo entre la neblina de este "pequeño castillo", el primer castillo japonés frente al que me encontré, me robó el aliento, por desgracia estaba en mantenimiento y no se podía entrar.
Mi celular no le hizo justicia al paisaje, pero es la foto típica del lago con el monte fuji y a la derecha el primer arco del altar de Hakone.
La fuente con los 12 dragones, los veo bastante domados.
El altar principal esta rodeado de cedros que le dan una imponencia mágico-realista.
El paseo de cedros recorre todo el lago por la orilla, amantes de las caminatas, es para ustedes.
Un museo privado, bastante costoso, que contaba con un baño de pies al aire libre, mientras se le llevaba una bebida caliente y se presenciaba el imponente mural.
¿Algún fan de Evangelion?
Le compré su montecito Fuji a mi sobrina bebé, la primera que trasciende mi generación.
Mi hostal contaba con un baño tradicional japonés y un jacuzzi rocoso, pero antes de entrar a las aguas termales y jacuzzis uno debe estar limpio. Se puede usar una pequeña toalla húmeda en las aguas, pero debe esta libre de químicos y se pone en la cabeza, para que el agua caliente no fría el cerebro, o fluya sangre de la nariz.
Dedicarles dos días a tener vistas con el monte Fuji tal vez fue lo único que pude hacer que me hizo sentir bien de pasar mi cumpleaños rodeado de desconocidos que no me entendían, las montañas tienen algo que inflama el espíritu de la gente sensible como yo; nos entendemos mútuamente.

El post anterior se ve picando aquí y el que sigue por acá 

Daniel Castillo

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No importa que el post sea viejo, igual lo leeré: Que se manifieste lo que se quiera decir n_n

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