Sendas Mentales

Me despierto, son las 4.50, le pongo snooze 5 veces a la alarma del celular, hasta que recuerdo que no planché mi camisa en la noche, me asomo letárgicamente de mi cobija y repto hasta el burro de planchar, donde en un par de minutos decidí que camisa usar y he desterrado la mayoría de las arrugas de su aplastada existencia (¿cuánto le tomará el mismo proceso a una damita?), regreso a mi cuarto y viendo que no es tarde me echo otra pestañita de lo mismo que duran 2 canciones, me termino de vestir, tomo un yogurt, cepillo mis dientes y salgo a unirme al diario peregrinaje Godínez, que tienen como santa patrona a la Sra. de la luz; la historia cuenta, que cada quincena desciende desde el monte Sinaí, para llevar la dicha a todos los que chambeamos, namás que pa depositarse en la cuenta del creyente, debe pagar una cuota por llegar hasta acá, le resta como el 35% de sus dádivas como derecho de piso y el retraso de su llegada es motivo de pequeños paros cardiacos y especulación sobre el inminente fin del sistema, o del mundo. La oportuna llegada de la Sra. de la luz permite que la gente pueda seguir la rutina sin problemas, incluso romperla en extravagantes maneras durante los días de abundancia seguidos a su llegada, como pidiendo huevo en el arroz o yendo a algún de cortes de carne donde la meseras portan escotes y minifaldas, muestras puras de divergencia a la rutina.

Somos seres de rutina, he visto varias reflexiones sobre como nos dedicamos a buscar una meta tras otra y al final se ha apartado el simple dejar ser y disfrutar los pequeños momentos, habrá también quienes no tengan ataduras materiales que les permiten ser impredecibles, pero algo intermedio es muy rescatable, sin importar la edad. Eso me dejó pensando en el recientemente difunto Christopher Lee; pinshi don que le hizo a todo, fue a la segunda guerra mundial, después inmortalizó no sólo a Drácula sino a un montón de personajes y villanos, como al Conde Dooku y a Saruman (Pudo ser Gandalf, pero ya no se sentía tan vigoroso para andar montando y así), lo hicieron caballero de la corona y no conforme con eso, su profunda voz hizo que un par de bandas de merol quisieran tener tal voz como la de un narrador dentro de sus temáticos álbumes épicos. Es el caso de Rhapsody, esta canción lo deja bien establecido:

Bien papalord, namás le faltaron unos lentes oscuros pixeleados, ah no verdad,  mejor así como está.

Después, como que a Sir Christopher le gustó el mundo musical del power merol y decidió que podía crear algo propio, todavía más épico porque su voz estaría presente por más tiempo :D, sacó algunos discos navideños y tres temáticos, cuando ya tenía más de 80... Uno sobre el Quijote de la Mancha y dos sobre Carlomagno; es decir; ni la edad es una limitante para permanecer estancados en la rutina.