De como perdí mis poderes juveniles

Cuando iba en la secundaria (Ya pasó más de una década :'[ ) me convertí en malote, fue cuando por fin iba y regresaba de la escuela sólo, como todo un macho. 

No pasó mucho tiempo antes de que congeniara con un grupo de personas que luego se hicieron amigos y después de eso, no pasó mucho antes de que juntos nos enajenáramos con las maquinitasJugábamos King of Fighters, Marvel vs Capcom, etc. pero nuestro favorito siempre fue Metal Slug. Primero el 2, luego el 3 y el más difícil X (Estaba rete perro), solo una vez lo terminamos, nos echamos los ahorros de la semana y en lugar de llegar a las 2.30 a casa debí haberlo hecho por eso de las 4.00... como en esa época los celulares eran algo reservado para presidentes, al llegar le relaté una convincente historia a mi madre sobre que un perro nos tuvo trepados a un auto por una hora; hasta que alguien domó a la fiera y pudimos proseguir el camino... por alguna indescifrable razón no me creyó ¬_¬. Obvio me ofendí... porque, pues... mmm errrr... no valoraba lo cerca que estuvo de perder al lucero de sus ojos. Por lo menos esa tarde fuimos la envidia de todos los vagos que nos vieron repeler una invasión extraterrestre (Sí, en eso acaba).

Como eramos pobrecitos, el más pudiente de nosotros podía gastar 10 pesotes diarios, compraba algo de 3 pesos en el recreo escolar, a la salida unos chicharrones con mucha salsa Valentina de a 2 pesos, otros 2 para una bonafina en bolsita de plástico y 3 pesotes para jugar... yo solo contaba con 5 pesos al día :P, pero cuando juntaba 10 me sentía todo un magnate, y podía costear todo el nutritivo almuerzo.

El hecho es que dejé los videojuegos de manera consistente a principios de la prepa. Me pareció una mala inversión dada la alta velocidad de rotación de las consolas de la época; la transición entre los cassettes y los discos dejó obsoleto a mi N64 y preferí no seguir.

Hace poco le dieron un Xbox a mi madre quesque para que hiciera ejercicio con el kinect, pero no le sabe mover y pues... yo si, así que me enajené jugando Gears of wars... estan buenos pero cortitos, así que la emoción gamer se me apagó rápido. Pero ahora vuelve porque...

Las gráficas no deslumbran, pero sigue tan adictivo como en el pasado.
Me costó 200 pesotes, pero por un pedazo de pasado lo valió. Además estoy tan oxidado y morí tantas veces en una día, que seguro ya me hubiera gastado eso mismo en las maquinitas con drogadictos de por mi casa.

La moraleja: Ya no tengo mis poderes gamers, soy una patraña con patas, pero nadie me quita la emoción de revivir el pasado, la nostalgia tiene su parte bella... como matar soldados y usar metralletas y robots antropomorfos :').. otra vez.

Daniel Castillo

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No importa que el post sea viejo, igual lo leeré: Que se manifieste lo que se quiera decir n_n

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