De compartir la mesa con el enemigo

 
Para el ojo no entenado en usanzas Godínez. La imagen de arriba parecerá una mesa común para comer.
Nada más errado: Es un campo de batalla.
 
A la hora de comer con los compañeros, todo mundo quiere algo diferente en la mesa, unas la salsa otra los limones o la sal o las tortillas/pan, etc. Un comensal bien preparado logra probar de todo lo que le gusta sin tener que esperar a que el mesero lleve el refill de limones o salsa, he aquí como: Al igual que en los puestos de tacos, hay que escoger el mejor lugar, donde se pueda agarrar de todo pero sin riesgo de ser atacado por la salsera derramada o el agua que escurre si a alguien se le cae el vaso; se requiere de una intrincada estrategia mental que se debe llevar a cabo en sólo unos segundos, pero asegura que el comensal entrenado recopilara algo de todos los aditamentos a usarse en la comida. El sweet spot está en tener todo al alcance de un brazo sin tener que despegar las asentaderas de la silla, pero no más cerca, porque se podría ser víctima de lo que se derrame accidentalmente o de la corbata que acuatiza en la salsera.

Antes había una compañera que nos daba baje a todos con las salsas, gracias a ella descubrí que otra
manera para salir bien victorioso de la batalla, es ofrecer trueque: A mi no me gusta la cebolla y con gusto la ofrezco a cambio de unas cucharadas de salsa o medio limón, puritita estrategia. Napoleón estaría orgulloso de mi. Otra estrategia es ir a un lugar donde pasen el futbol y dejar libres los lugares que apuntan directo hacia la televisión... la banda suele estar tan embobada que ni batalla dan (Ya lo había escrito antes, no me late el fucho). El último recurso es distraer a los comensales señalando a las damitas/caballeros de vistas apetecibles que pasan cerca, con la finalidad de que mientras babean uno les pueda dar vajilla con sus insumos.
 
La última estrategia es sólo para algunos; consiste en comer rápido, de esta manera cada vez que se renueve el plato, se irá un tiempo adelantado a los demás y se podrá usar con anticipación lo que se necesite de la mesa; como dicen por ahí "la mejor batalla es la que no se libra", pues éste es el método, lo malo es que por comer rápido le mal du porc ataca con más enjundia de lo normal. 
Neta, que por mas que uno lo trata de evitar, es más persistente que un mosquito con las luces apagadas.

  

Daniel Castillo

2 comentarios:

  1. jajajajaja solo tú te pones a meditar sobre estas situaciones xD

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    1. Obvio, alguien tiene que hacer estudios antropológicos godinezcos

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No importa que el post sea viejo, igual lo leeré: Que se manifieste lo que se quiera decir n_n

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