Sendas Mentales

Éxito. Luego de un primer fracaso, logramos entrar a la exposición de Yayoi en el Rufino Tamayo. Como es su última semana en México, estuvo medio jarcor: nos formamos desde las 7.30 y pudimos obtener nuestro boleto hasta las 11.45 O_o, para las 15.00, manchado el asunto. La fila que se erguía detrás, daba un buen de bucles, como a las 10 nos repartieron unas fichitas y creo que cuando terminaron, 3/4 partes de la gente que estaba formada desapareció, creo que no alcanzaron cupo. Había filas en todos lados, para estacionarse, para comprar tamales, para entrar a las salas, etc. y no soy británico como pa disfrutar de hacer fila. 

Pensaba el tamalero: "Yo sólo veía que todos hacían fila y también quería ser cool".

Para matar el tiempo había gente que se tomaba selfies, seguro las subieron a Face con el texto "Aquí, casual en la fila", ya el colmo es que había varios pares de personas que identifiqué con bastones para tomar selfies... No puedo creer que la gente compre esas cosas, es el colmo del ego. Sea dicho de paso, también me parece ridícula la gente que graba sus carreras con una GoPro (Wow, que extremo ¬¬).  

Lo bueno: Mientras esperaba compré un chicharrón, y le pusieron crema :D.

Lo malo: El pobre chicharrón besó el suelo varias veces, la segunda vez se fragmentó por que ya estaba humedito y salió volando (en mi intento de retenerlo), para embarrar de crema y salsa el zapato de gamuza y la mochila del compa de enfrente, pobre, pero me responsabilicé y le regalé papel de baño :D.

La exposición estuvo chidita, no creo que todos los que fuimos estuvieran ahí como fans from hell  de Yayoi, como para estar haciendo filas por horas, podría vivir sin haberla visto, pero ya que fui, me gustó que está estructurada cronológicamente y que se podía entender lo que la artista pensaba y vivía en los momentos en que elaboró sus trabajos, hermenéutico el asunto. Yayoi comenzó como una divergencia de las técnicas y estilos de pintura tradicionales japoneses, la divergencia fue creciendo exponencialmente, explorando algo más abstracto, marcado siempre por  algo de psicodelia, nudismo, mucho esfuerzo vertido para crear algunas obras, patrones fractalosos, paciencia, lunares y falos, muchos falos y lunares everywhere. Aspectos tan peculiares que forman parte de los cimientos del arte pop. Hay momentos en que la obra interactúa con uno, me pareció divertido. Como es arte moderno, hay algunas obras que las ves y piensas "chale, ¿eso es arte?" pero hay otras, que si las analizas, te das cuenta de que implicaron un trabajo colosal, tanto al ser concebidas como al ser elaboradas. Me gustó un video en que Yayoi le pega lunares a todo frenéticamente, hasta a un gatito, también me pareció interesante el sobrero de maga que usaba mientras extendía su brazo para pintar gente desnuda, pequeños detalles, pero que seguramente no podría haber hecho de no haber migrado fuera de Japón, a pesar de las mil ocho mil filas del día, dentro de la exposición, el tiempo voló y la pasamos chido.

 

Si alguien tiene duda sobre si vale la pena ir aún, yo diría que si, pero sólo si se forma antes de las 7, para salir rápido y no gastar todo el día haciendo filas. Como cabía esperar, para matar el tiempo, jugué Ingress :D